Robotín de Google

31 de diciembre de 2013

No publiques, por favor.




Pospón la publicación.
Haz un bien a la humanidad y no llenes Internet o las librerías de más mierda poco trabajada. Ya hay suficiente.
Que no te pueda el ansia de la fama, o de ganar dinero temprano, pues aunque consigas una de ambas con suerte no te caerá una etiqueta de por vida (y de por "eternidad"), a saber, la de inepto impulsivo.
No publiques, aunque Amazon te lo ponga tan fácil.
Imagino la autoedición y la publicación como si, de repente, las fábricas se abriesen a nosotros, aun no siendo ingenieros de producto ni mecánicos: ¡producid lo que queráis, yo os doy las herramientas y la infraestructura, que me salen gratis!
Saldrá basura, productos que durarán cinco días, que no atenderán más demanda que la demanda del egocentrismo creador. Hay basura publicada que sólo alimenta a familiares y amigos, que no tiene interés público, que es una mero vómito de fórmulas mil veces repetidas y, además, reescritas al estilo microondas: recalentadas.

Ya hubiese publicado varios libros. Esto más que presunción es una llamada de atención a todo el que lea esto, una intuición vital. He tenido la posibilidad de publicar varias veces. Desde que inició el mundo de los e-books e incluso antes, en algunas ocasiones que se me presentaron. Pero cuando uno da su nombre, cuando en Internet no hay derecho al olvido, cuando cualquier documento llamará a la puerta tarde o temprano, en la indigencia o en el éxito de la crítica y de la aceptación del público (o de las masas)... entonces uno se vuelve más precavido y decide guardarse sus cartas para ver si puede surgir, con el tiempo y la espera voluntaria, una combinación mejor.

¡Escalera de color!

Os dejo con Diderot, una buena medicina para curarnos de gurús, blogeros y creadores de opinión que no se paran a pensar que la exaltación de las posibilidades de la tecnología lleva consigo el empobrecimiento del producto cultural, su banalización y su posterior tratamiento industrial: recicle después de usar.

"La crítica trata de distinto modo a los vivos y a los muertos. ¿Ha muerto un autor? Se ocupa de realzar sus cualidades y paliar sus defectos. ¿Está vivo? Es lo contrario. Son los defectos los que señala y las cualidades las que olvida [el crítico], y en eso lleva razón: se puede corregir a los vivos mientras que los muertos no tienen remedio.
Sin embargo, el censor más severo de una obra es el propio autor. ¡Cuántas fatigas se da a sí mismo! Él conoce el vicio oculto y el crítico casi nunca pone ahí el dedo. Esto me recuerda a menudo el dicho de un filósofo [Epícteto]: «¿Hablan mal de mí? ¡Ah, si me conocieran como me conozco yo!» . 
Los autores y críticos antiguos empezaban instruyéndose, y no entraban en la carrera literaria hasta salir de las escuelas de filosofía. ¡Cuánto tiempo había guardado el autor su obra antes de exponerla al público! De ahí esa corrección que sólo puede ser hija de los consejos, la lima y el tiempo.
Nos apresuramos en presentarnos al público y tal vez no éramos ni lo bastante ilustrados ni lo bastante hombres de bien cuando tomamos la pluma".
Denis Diderot, en "De la poesía dramática".

Un saludo.

En Logroño, 31 de diciembre de 2013.



22 de diciembre de 2013

Tomarse la justicia por su propia mano




Esta es una frase hecha.
Hay momentos en que parece cristalizar un descontento generalizado y una ausencia de legislación sobre el tema en particular y entonces surgen los pequeños Robin Hood. Hay un caso escalofriante que ha sucedido estas últimas semanas con el movimiento anti-pedofilia que en realidad ocultaba una homofobia y un movimiento a lo franquicia de lo que está ocurriendo en Rusia.

Esta frase hecha tiene dos partes bien diferenciadas. "Tomarse la justicia" y "propia mano".
Ambas han sido tratadas largo y tendido por filósofos y expertos en derecho.
Las nociones de justicia que tienen los ciudadanos hoy en día son muy vagas. Si las que un catedrático en filosofía del derecho tiene son vagas, imaginaos las de uno que no sea lego en la materia. A la justicia se puede acceder por intuición. Todos intuimos, en primer término, cuándo algo deja de ser justo. Llamamos a la vuelta al equilibrio "recuperación de la justicia". Pero también aquí tenemos problemas.

Si el mundo fuese perfecto y no hubiese leyes, las personas se autorregulasen entre sí mismas y todas las penas fuesen adecuadas al daño que causó el que se las merece entonces no necesitaríamos hacer justicia. El mundo natural se autorregula solito la mar de bien. El mundo social no tiene esta ventaja, necesita de una serie de elementos, instituciones, estructuras legales y culturales que aseguren en la medida de lo posible llevar a cabo esa justicia.

Como veis, voy escribiendo según la problemática se me viene encima, pero si queréis una especie de hilo conductor muy sencillo de estas ideas, os lo dejo aquí, porque no quiero hacer un post demasiado largo.

1-Intuición de lo injusto.
2-Tratar de "hacer justicia".
3-Ese "hacer justicia" entra en conflicto con otras realidades.
4-Esas realidades se protegen a sí mismas, algunas no son sometibles a justicia, otras sí.
5-Hay que hacer una convención entre las realidades y entre la tensión justicia-injusticia.
6-De esa convención puede surgir la autorregulación moral (de las costumbres) o el derecho (al más puro estilo romano, que es del que bebemos hoy en día).
7-La convención procura estar al día de las costumbres y novedades de la sociedad.
8-No siempre se puede estar al día, hay que actualizarse pero, como en los diccionarios, la realidad del lenguaje y de la vida va por delante de cualquier intento de legislación y de normatividad.
9-Se intenta tratar de hacer justicia por otros medios: guerra, justicieros individuales...
10- Ahora podemos tomar dos caminos: ¿Protegemos a esos justicieros tomando a su acción por honorable y moralmente irreprochable o les impedimos que hagan lo que su moral les manda -o intereses ocultos- con esa misma ley que están intentando completar?

Primer camino: Si dejamos que sigan adelante llegaremos a un momento en que nadie sepa a lo que atenerse. Las conciencias individuales aflorarán en lo público y este mundo, por estar mal o diferentemente educado (no todo el mundo tiene la misma capacidad de análisis y de discurso o acción ante una misma realidad), se irá a la mierda en un caos imposible de controlar. Mi moral personal está por encima de esa ley que no responde a las realidades de la manera que a mí me gustaría y entonces me encuentro legitimado a pasar por encima de ella y tomarme, eso es, la justicia por mi mano. Históricamente nunca ha salido bien un planteamiento así. Políticamente tampoco ya que la moral privada se enfrenta a la sociedad civil y a las instituciones y esta no es una lucha sencilla. Tomarse la justicia por su propia mano no es desobediencia civil ya que para que se dé desobediencia civil es preciso que el acto sea público y que la cuestión denunciada sea algo generalizado. Si a un tío le apetece comenzar a quemar iglesias probablemente esté haciendo realidad el deseo de muchos otros, pero desde luego que su acto no es considerado desobediencia civil. Cualquier anarquismo que se precie de ser mínimamente racional o razonable nunca actuará de esta manera, aunque hasta ahora los casos prácticos hayan sido en algunas ocasiones actuaciones individuales, en momentos tachadas de terroristas. Queda la cuestión abierta.

Segundo camino: La ley, con sus debilidades e inconsistencias, actuará de la manera que crea conveniente a través de sus brazos represores sobre estos justicieros individuales. Como cada sociedad tiene sus propias leyes es una tontería desarrollar más este punto. Que el que se crea con la suficiente capacidad como para legislar sobre este punto lo haga, yo me desmarco de cualquier valoración moral sobre ello puesto que, como hecho, en ocasiones es sumamente valioso. Lo importante para mí sería la investigación de lo que está por detrás de ese hecho ya que no es lo mismo quemar una iglesia por un arrebato destructivo que tras una conclusión racional, fruto de muchas lecturas y reflexiones, de lo que es preciso hacer con el patrimonio católico.

Un saludo.

Fran Riveira

En Zaragoza, 22 de diciembre de 2013.

19 de diciembre de 2013

Chapa y pintura




A veces te salvan el culo personas que ni de lejos hubieses imaginado que podrían o querrían hacerlo.
Hay relaciones que comienzas sin pensar en que podrían servirte de ayuda en momentos que tampoco te imaginas que llegarían a suceder.
En los peores momentos de la vida es necesario contar con personas de confianza con las que exista un cierto aprecio recíproco.

Los favores se pagan de muchas maneras. La más habitual es devolviendo esos favores. El problema de muchas personas es que siempre hacen favores y el de otras tantas es que siempre los reciben: se juntan con el grupo adecuado como para estar siempre en palmitas, de gratis y sin dar un palo al agua.
Los amigos son una cosa y el amiguismo es otra. ¿Por qué cualquier cosa con el prefijo -ismo se joroba? El amiguismo sucede cuando esas relaciones en apariencia alejadas de toda espera de provecho e interés sirven para dotar a uno de facilidades que tendrían que surgir del buen trabajo y capacidades propias.

En este mundo, por desgracia, es necesario hacerse con una buena agenda de amigos porque no solo servirán (de ahí lo útil...) para salvarse de la ruina, del hambre o de quedarse en la calle sino para conseguir trabajo, dejar a tus hijos con ellos o hablar durante un buen rato. 
Creo que aquí, en el norte de España, los amigos son otra cosa bien diferente. Al menos entre gente de mi edad, y no quiero ser moralista, los amigos son útiles para la fiesta y para poco más. La gente puede tener una barra de contactos enorme pero no haber hablado más de una hora en particular con ninguno de ellos. La depreciación de las relaciones humanas se hace patente hoy en día, en esta sociedad 2.0, televisada, monitorizada... yo mismo podría estar contando esta tontería a las personas con las que vivo, o al camarero del bar de abajo, pero ni son horas ni sería capaz de hacer que sintiesen el mínimo interés por estas cuestiones.

No pensamos sobre nosotros mismos. ¿Os dais cuenta? La mayoría de cosas que hacemos en nuestra vida, eso que llamamos "ocio", es una extensión de tiempo para no pensar en nosotros mismos. No digo que haya que meditar, pues me parece una gilipollez (al menos las fórmulas de meditación orientales que nos intentan exportar -con mucho éxito- los gurús de autoayuda), sino reflexionar mínimamente sobre el papel de uno en el mundo, en su comunidad, en su familia y en su grupo de amigos. Pensar sobre las cosas da algo de pánico. A veces no sabemos cómo pensarlas porque no tenemos los materiales para nombrar a esa realidad. ¿Existe algo que no sabemos nombrar? Por supuesto que sí. Hay mucha gente que tiene sentimientos complejísimos y que, por ello, no saben cómo nombrarlos ni cómo explicarlos. Surge ahí la vieja fórmula "yo ya me entiendo", porque íntimamente se entienden, no hay duda, pero no sirve de nada ya que el ser humano es un ser principalmente comunicativo y precisa de hacer público su sentir. Yo mismo escribo este blog por algo, por hacer público lo que en mi cabeza a veces quiere salir a patadas, otro que haga un videoblog necesitará desahogarse de otra manera, otros también nos "desquitamos" cantando, haciendo deporte o comiendo barbaridades hasta la indigestión.

Hace tiempo dije que sólo pensaba sobre mí cuando escribía. Y en los momentos en que más escribía más me aclaraba. Escribir es dar una estructura más o menos formal y narrativa a tus sentimientos y experiencias, y ponemos mucho de nuestra manera de ver el mundo en explicarnos a nosotros mismos. Si el mundo, para nosotros, progresa, entonces buscamos un hilo de progresión en nuestras vidas que nos diga que vamos por el buen camino. Si, por lo que sea, regresamos en algún punto o nos estancamos, somos capaces de explicarlo atendiendo a algún suceso desafortunado pero perfectamente explicable.


Creo que hay que saber explicar las cosas, escribirlas, hablarlas con amigos o con familiares... o expresarse mediante el arte... Yo no me creo al artista que no escriba para un público, ¡vaya estafador si dice que no lo hace! Al menos uno escribe para uno mismo, no es deportivo (bueno, el deporte también se hace para uno mismo...), no es ocioso, es lo que más nos acerca a una de nuestras más excelentes virtudes.


Un día de estos, lo prometo, recuperaré el podcast, ahora tengo un micrófono adecuado.

Un saludo.


Fran Riveira.


En Zaragoza, 19 de diciembre del 2013.

18 de diciembre de 2013

No hacer nada



Camilo José Cela decía que le podían echar en cara un montón de cosas menos una: ser un vago.
Decía que su rutina de trabajo (incluso fines de semana) superaba con mucho las ocho horas entre escritura y lectura (pues la lectura de un escritor se ha de considerar trabajo) o más.
Así, su fruto, su obra, no era producto de una genialidad sino de la mera rutina y obligación de llegar a unos niveles de producción literaria constantes a base de meter horas y más horas.
Por supuesto que habría horas en que hiciese el doble, otras en que no avanzase ni una página... otras en que leyese por encima, sin prestar atención, pensando en cualquier cosa que pasase por su cabeza. Pero ahí lo tenéis, Premio Nobel... un tío con un carácter tan marcado y extraño... Premio Nobel.

Por lo cual si dedicas horas habitualmente a una tarea en concreto podrás asegurarte un futuro brillante repitiendo esa tarea o innovando en ese terreno del conocimiento. Esto es lo que los diletantes, por su incapacidad de mantener la atención sobre algo concreto, no son capaces de entender: el ser humano no puede focalizar su atención en mil cosas a la vez, por mucho que quiera, por mucho que le gusten. Ojo, no digo que haya que conformarse con ser bueno en un solo ámbito de la vida porque se correrá el riesgo de vivir de manera aburrida y, en ocasiones, fallar o demostrar que no se tiene ni una sola aptitud para esa tarea. Sólo digo que no es de buenos estrategas jugárselo todo a una carta.

Quería decir hoy que a veces es bueno no hacer nada. Esto es ya una teoría desarrollada... apologías de la pereza, de la vagancia, de la inutilidad e improductividad, de la procastinación e insulto a las exigencias del tiempo que se nos agota. De vez en cuando está bien parar y dejar de seguir rutinas. Nuestras vidas pierden control y en ese caos adquieren otro significado. Cuando perdemos el control nos entra el pánico ante lo desconocido y, entonces, volvemos a la rutina, aunque esta sea no hacer nada... también podemos recuperar el control volviendo a no hacer nada, sintiéndonos llenos por el vacío. Los ni-nis tienen que tener un espacio en nuestra sociedad y dejar de ser puestos en segundo grado de preocupación política, tanto los ni-nis como los canis o las chonis. Tenemos que permitirles ser vagos, nos lo podemos permitir en este siglo. No hay rémoras para el progreso de la sociedad, más bien los que parecen actuar en esta sociedad actúan para su destrucción.
No me pongo apocalíptico pero es lo que hay.
Hay que permitir a esta gente, vaga, perezosa e improductiva que sigan contribuyendo a la sociedad con su estéril existencia.
Porque, no lo olvidéis, la esterilidad es una sentencia de muerte para la especie humana pero una opción o situación aceptable en términos personales.

Un saludo.

Fran Riveira.

En Zaragoza, 17 de diciembre de 2013.

12 de diciembre de 2013

¿Socialismo "científico"?

 
(Refutando a Stalin...)


Uff, mira que Marx dio en el clavo en muchísimas cosas (no voy a decir que en la mayoría porque no he tenido la oportunidad de leer su obra completa) pero a la hora de definir su teoría y dotar de inmunidad epistemológica a sus postulados se pasó tres pueblos.

Pero era algo propio de su época, eso de llamar a todo "científico" tiene un origen en señores como Dilthey o la célebre querella entre explicar y comprender. Yo creo que algo de culpa tiene Hegel en todo esto y, bueno, algo de ello comparte Marx (y don Engels). No digo que Marx no fuese hijo de su época, es decir, esto no es una crítica abierta hasta esta máquina demoledora del pensamiento clasista y profundamente injusto sino una crítica a la definición del socialismo, como él decía, como Lenin decía, como algunos marxistas que no han leído nada de literatura epistemológica en los últimos 150 años definían... socialismo científico.

¿Qué es eso de socialismo científico?

-Parte de la idea de que el motor de la historia es la lucha de clases. Pero no de su época histórica (primeras y segundas internacionales) sino de absolutamente TODA la historia. Este pensamiento historicista, que encuentra igualdades entre distintas épocas de la historia que ni de lejos las tienen (salvo haciendo muchos malabares) es criticada por Popper (no la droga) en "La miseria del historicismo". Toma castaña, historicistas.

-Esa lucha de clases es la que genera cambios sociales, ¿principal o parcialmente? Principalmente. El motor, entonces, no es ni siquiera la clase dominante, sino el proletariado, que es la intrahistoria unamuniana, el motor causa sui tomista... yo es que veo en todo relación con todo, perdonadme el atrevimiento.

-Una manera de descargar responsabilidades ante otro tipo de socialismos no científicos: utópicos. Como nosotros, dice Marx, tenemos unas teorías basadas en la más que pura realidad social y económica de nuestro tiempo, entonces se sigue que nuestra respuesta ante estos problemas ha de ser científica, pues propone hipótesis tras la observación directa e imparcial (agarraos, que vienen curvas) y, además, va a llegar un momento en que este modelo que nosotros proponemos haga desaparecer la historia pues todo confluirá en un maravilloso fin de la historia donde desaparecerán las clases sociales, los trabajadores tendrán la propiedad privada de los medios de producción. Para que os hagáis una idea, esto es como si de repente un químico lograse dar una explicación a absolutamente todos los fenómenos de esas características y, de repente, tuviésemos que demoler la facultad de química por inútil.

Estaréis conmigo en ver aquí un germen del inmovilismo que yo creo que está asolando el pensamiento crítico de muchas personas de izquierda, leídas, valiosas, librepensadoras, ateas y todo lo que quieras. No se puede criticar abiertamente un sistema neoliberal, capitalista, con características posmodernistas y sombras de un fascismo que ni de lejos había sido teorizado por los marxistas de finales de siglo (¡XIX!).

Antes de venirme al siglo en que vivimos voy a tratar de romper una lanza a favor de Marx porque me está recordando esto a algún artículo en Xataka Ciencia donde el articulista que monopoliza la línea editorial (Sergio Parra) habla de Aristóteles como de una rémora para la ciencia. Qué culpa tendría el pobre Aristóteles de no tener acceso a los anales de las revistas científicas actuales y de desconocer la física de Newton -por poner un ejemplo-.

No voy a caer en el argumento imbécil (sin báculo, es decir, insostenible) típico de Intereconomía y decir que Marx fue un asesino en potencia (y en acto) de cientos de millones de personas ni a decir que cómo no había sido capaz de entender que el cientificismo estaba comenzando a entrar por la puerta grande (y casi casi para quedarse) de todas las ciencias sociales.

Sólo critico el argumento, no a la persona. Y, desde luego, no a todos sus argumentos, pues yo me considero marxista (socialista) en bastantes aspectos de mi ideología pero, como diría aquel, "soy amigo de Platón, pero más amigo soy de la verdad".

Y ya que, como dice Lenin, la verdad es revolucionaria (cabría preguntar al amigo Vladimir, ¿qué verdad?), prefiero atenerme a lo que sé ahora que ocurre cuando aplicamos el palabro "científico" a formas de conocimiento que, ni de lejos, lo son.

Problemas del cientificismo (en política):

-Si una ciencia como la sociología dice que es científico que todos los seres humanos compitan entre ellos, entonces juzgaré como normal, NATURALIZARÉ, la desigualdad entre personas incapaces de competir contra el pez más gordo.

-Si el método de las ciencias naturales es extrapolable al de las sociales entonces todo aspecto especulativo sin base en la naturaleza o en hechos previamente acontecidos ha de ser desechado por utópico (pensemos que Marx habla de socialismo científico en claro encuentro con el socialismo utópico de otros pensadores). Una cosa os digo: ojalá Platón no hubiese sido tan utópico, nos hubiésemos librado de contemplar la destrucción que la puesta en marcha de sus ideas ha traído a toda la sociedad occidental a través del cristianismo. ¡Cuánto daño hacen las utopías y qué útiles son a veces! Que algo sea utópico no significa que sea bueno o malo (esto es un juicio moral) ni aplicable o no aplicable.

-El término "científico" blinda cualquier teoría antes de que esta salga a la calle. Ese chaleco antibalas tiene un prestigio tal que su puesta en cuestión es vista como un indicio de charlatanería o de discurso que se sale de lo establecido como racional. Entonces, toda la política, ¿tiene que estar basada en lo racional?

La política no es reducible a la ciencia natural puesto que la potencia explicativa de esta, en cualquiera de sus variantes, es incapaz de dar razón de los acontecimientos sociopolíticos que nos circundan día a día.
Así, el socialismo científico parte de una premisa equivocada.
Esto no quiere decir que el socialismo en sus concrecciones (anarquismo, marxismo-leninismo, etc) sea un conjunto de teorías a despreciar, tan "solo" habrá de ser replanteado, desde luego, sin caer en apellidos fundamentados en ideologías cientificistas.

Suficiente tenemos con los escépticos (de garrafón) españoles.

Un saludo.

Fran Riveira

En Zaragoza, 12 de diciembre de 2013.

PD: Dedico este post a Iván. Espero que te sea de provecho.


6 de diciembre de 2013

Cómo estudiar sin memorizar



Esto es una transcripción casi literal de lo que un profesor, hace años, nos recomendó hacer.

...

"Yo os voy a decir cómo sacar buena nota y casi disfrutando.
Una vez tengáis los apuntes y comencemos a explicar, tú debieras ir a casa y lo que yo explicara en clase, búscalo en tus apuntes, trata de entenderlo y hazte una síntesis, de manera de que de siete líneas de apuntes te quede en una, diciéndolo con tus palabras. 
Al final de curso tendrás una síntesis de unas 30 páginas de todos los contenidos de estas 300 páginas.

300 páginas comprimidas en 30.

No se trata de que te metas esas 30 en tu cabeza, sino de que hagas tus 30 propias.
Si haces eso conforme vaya explicando en clase, tendrás el curso muy muy bien.
Si no lo haces te irá mal, porque cada vez que haya un examen te comenzarás a sentir muy mal porque todo es muy abstracto y nunca tendrás la seguridad de si respondes bien o no.
Ventaja: tú mismo cuando leas dirás: "siete líneas y no me he enterado de qué tengo que sacar de aquí", pues bueno, te impones una disciplina personal de decir, no sigo avanzando porque no he entendido nada. O o bien me lo preguntas y te lo resuelvo, o bien has estado disperso pensando en otras cosas y tendrás que volver a releer comprensivamente ese texto o párrafo, eso es lo que tendrás que hacer, no tiene más.

¿Cómo dejas 7 líneas en una? Para eso hay que ejercitarse. Nadie sale del vientre haciendo síntesis. Una vez que aprendes nunca podrás evitar estudiar de esta manera.
Si nunca lo haces tendrás que sustituir esta técnica por una memorización constante, cuando eras pequeño esto era casi posible porque eran muy light los contenidos, los de secundaria también... pero en bachillerato los contenidos comienzan a ser más técnicos, la ciencia hoy día ni siquiera está como en la época de Galileo, tenéis 17 veces más información de la que tuvo Galileo en toda su vida, esa es la diferencia entre la genialidad y vosotros.

Como tú eras fértil y joven te cabían muchos datos, pero cada vez te caben menos y cada año vaciáis para que quepan más conocimientos..."

16 de septiembre de 2010, en Logroño.

4 de diciembre de 2013

El anarquismo fructifica

Considero que el anarquismo tiene más éxito como propuesta filosófica -radical- que como propuesta política invariable y dogmática. En el caso de querer aplicar el anarquismo a la política encontraremos, como en todas las fórmulas de organización del mundo político, inconsistencias y problemas graves a afrontar antes de la propuesta final, si es que la hubiere (vease el marxismo y sus variantes sobre el terreno).

Así y todo, la considero como la más apreciable, útil, necesaria y sostenible argumental y racionalmente de todas las propuestas políticas.
Quizá en esto, paradójicamente, tenga que ver que no haya una sola experiencia integral y fructífera en la historia de un modelo propuesto como anarquista sobre el que falsar. Pero sí que la hay, no cabe duda, de que la puesta en marcha de los argumentos e ideas centrales de esta ideología tales como la autogestión, creación de conciencia en las bases, voluntad de horizontalidad en el poder, cuestionamiento de la legitimidad del estado, instituciones... han logrado su fruto, parcial, pero fruto al fin y al cabo.

Pensar la utopía es pensar en lo posible.

Francisco Riveira, en Zaragoza, 4 de diciembre de 2013.

3 de diciembre de 2013

¿Quemar los libros de autoayuda?



Si formas parte de la humanidad occidental privilegiada probablemente hayas oído hablar de los libros de autoayuda. Estas lecturas te permiten, según rezan sus llamativas portadas, realizarte como persona, conocerte mejor y tener éxito en la vida tras encontrar su sentido.

Sin embargo, ¿qué sentido tiene esa vida? Ellos te lo dan. El ser humano suele dar sentido a todo lo que hace, es una propiedad casi ingénita en él. También a la vida. ¿Por qué permitimos que un capullo desde el otro lado del charco nos dicte normas morales a seguir o nos ayude a ser mejores?

Pienso que el único que se autoayuda con los libros de autoayuda es el que los escribe... porque los vende.

No voy a decir que sea imposible encontrar algo de tranquilidad en las páginas de ese tipo de libros. El ser humano inventó las religiones para que sirviesen de paliativo, ahora son los libros de autoayuda los que te dan ese consuelo.

El que lee libros de autoayuda busca el consuelo para su propio bien personal. Ese bien personal es herencia directa del liberalismo, del individualismo que premia el sistema capitalista, de la mentalidad emprendedora y ombliguista que envuelve toda esta sociedad. Da espanto entrar a Twitter y ver a millones de personas con la cabeza comida por el discurso emprendedor y facilón de autoayuda. Da espanto no por ellos sino por los que han visto en ese tipo de discursos (coaching, etc) un método magnífico de forrarse.
No os voy a decir lo que los coachers más conocidos de España ganan por cada hora de su charla pero estamos hablando de cuatro cifras o más...

En fin, hoy sólo quería deciros que estoy en contra de los libros de autoayuda no sólo por su estolidez y repetición de fórmulas más que manidas para dar esperanza sino también porque son una herramienta de ocultación de la potencialidad política del individuo. Estos libros obligan al individuo a pensarse a sí mismo como un todo independiente del resto del mundo.

Qué difícil es crear un discurso atractivo desde la postura contraria. El individuo se subsume en sociedad, si queda alguna libertad individual esta tiene que ser pensada teniendo en cuenta a la totalidad de los individuos. No al revés. El mundo no se crea ni funciona respetando la necesidad individual, y todo proyecto que abogue por esto estará destinado al fracaso, ahí tenéis el liberalismo como ejemplo impepinable.
Estas obras cortan aun más la capacidad asociativa y de auto-organización de los individuos.

Ya no me pregunto por qué se da tanto altavoz en los medios de comunicación a este tipo de obras. Es una estrategia más para despolitizar, ensimismar y, en definitiva, engañar a las personas.

Otro día, con más tiempo y más ideas, hablaré de esto en profundidad.

Un saludo.

Fran Riveira, en Zaragoza, 3 de diciembre de 2013.

28 de noviembre de 2013

Cómo canta Rob Halford




Hace años hablé en el podcast de la voz de Axl Rose.
Tras mucho tiempo mejorando mi propia voz y aumentando mi experiencia en escenarios y ensayos he conseguido descubrir los momentos principales del canto, de la voz y de esta actividad completa e irreducible a sus partes que es ACTUAR EN UN ESCENARIO.

El cantante tiene que tener buen gusto. El buen gusto se entrena, no sale de la noche a la mañana. El buen gusto no es producto (al menos no tan solo) de la educación y de la teoría, es producto de la experiencia, como todo. Nuestras neuronas responden activamente a los hechos ambientales (culturales, naturales...) y en base a ellas actuamos.
Vivir no es otra cosa que actuar. Persona. En latín persona es máscara, máscara de actor. En nuestra sociedad persona, personalidad... es lo que nos identifica más allá del DNI, más allá del ámbito público, es lo que nos convierte en sociedad civil. Y de nuevo la sociedad civil es mucho más que la suma de las partes (de las personas/personalidades).

El cantante que os traigo hoy (digo "hoy", ¡como si cada semana trajese a uno diferente!) es Rob Halford. Ya hablé, repito, de Axl, otro día de Michael Jackson y otro día de Camarón. Son estilos muy diferentes y hoy me gustaría hablar de la evolución de Rob comparada a la de Axl.

Ambos comienzan a cantar muy jóvenes.
La vida de Rob es mucho más sencilla que la de Axl. Es una persona mucho más culta, más interesada por asuntos sociales, literatura inglesa, lovecraftiana... como así podemos ver en muchas de sus canciones (dioses, acontecimientos atmosféricos fuera de lo común). Al ser un hombre más culto sus letras no solo tratan de amores no correspondidos y de conflictos con la policía. Axl ganará a Rob en el compromiso social. A pesar de su inferior educación Axl Rose tiene un compromiso político mayor en sus canciones, desde su primer disco hasta su último disco. Un buen ejemplo de esto sería Civil War o Get outta get me.

Sin embargo, no estoy diciendo que Rob Halford sea un cantante apolítico. Creo que es un hombre comprometido. Más allá de pertenecer a la subcultura del metal, pertenece a otra subcultura que ha permanecido como tal en buena parte de finales del siglo XX: la subcultura gay. Rob Halford fue el primero en extraer la forma de vestir de la estética leather gay y traspasarla a un ámbito totalmente heteropatriarcal y machista como era (y, en ocasiones, sigue siendo -puedo dar fe de ello-) el metal.
Canciones como Screaming for vengeance (que os adjunto aquí), Electric Eye (una crítica a las agencias de información omnipresentes, al ojo que todo lo ve...) y, sobre todo, Breaking the law... son una buena muestra de cómo sin nombrar las cosas por su nombre la poesía y las letras del metal siguen pudiendo representar una crítica aguda a la sociedad. Como dicen por ahí: "poesía que no sacrifica, bajo ningún concepto, el pensamiento en beneficio de una rima agradecida".

La voz es importante, y la actuación en general también.
Axl Rose es mejor actor en el escenario que cualquier otro cantante que haya podido ver con su edad (25 a 33 años). Quizá esto tenga que ver con su hiperactividad. No hay más que ver el concierto del 88 en el Ritz (para la MTV, cuando esa cadena servía para algo más que para publicitar bazofia con ritmo).

Rob es más elegante, más pausado. Es pura pose. Una pose tranquila que en pocas ocasiones (salvo en los últimos 15 años) deja entrever el esfuerzo físico que está haciendo. El ritmo trepidante de los riffs de Judas Priest consiguen dejar exhausto a cualquiera que intente hilar varias de sus canciones.

En determinado concierto se peinan Electric Eye, The Sentinel, Night Crawler, The Ripper y Beyond the realms of death... canciones que juntas podrían terminar con cualquier cantante curtido en mil batallas. En cambio Rob Halford aguanta el tipo, chorreando sudor pero soportando carros y carretas.
Supongo que la droga ayuda.

La voz de Rob Halford era tremendamente aguda en la grabación de su primer disco (Rocka Rolla), y eso es un peligro para la elegancia en directo. Grabó este primer disco al final de sus 22 años.
Yo mismo me encuentro a la mitad de mis 22 años y con previsiones de grabar un disco en menos de medio año y doy por supuesto que la voz que tengo ahora madurará si sigo dedicándome a ella durante los próximos diez años de mi vida.

Así hizo Rob Halford y podemos ver que trata su voz mucho mejor que Axl Rose.
Se cuida más, la sabe usar mejor.
Las letras y las canciones en general de Judas Priest dejan al cantante tiempo suficiente para respirar, eso si es capaz de recuperarse de largas travesías por agudos exigentes. El cantante de Judas Priest tiene un control excelente de la respiración salvo, como digo, en estos últimos años. Cualquier vídeo de Painkiller de estos últimos años es ver a un Rob Halford desgañitado, no ya por alcanzar el tono -es imposible copiar el disco literalmente- sino por recuperar la respiración a tiempo para la siguiente vuelta de la estrofa.

Las canciones de Guns n Roses son mucho más punks, el esfuerzo que se hace en ellas por la gran mayoría de los imitadores es precisamente la imitación sucia de la voz (sucia de por sí, voluntariamente) del cantante. Axl Rose ensucia la voz y al ensuciarla no suena del todo mal por su entrenamiento y porque su tono de voz es gravísimo. Rob Halford, sin embargo, es un tenor con todas las de la ley y sus agudos son más chillones que los de Axl (más gatunos).
Un consejo. Si venís aquí para buscar información sobre cómo imitar a Axl Rose os recomiendo que no hagáis tonterías. Yo las hice desde los 15 hasta los 19 y cuando comencé a cantar con mi voz propia la cosa comenzó a mejorar muchísimo (ya no me moría a los 15 minutos de poner esa voz de gato, forzada, rasgando el puro tejido amigdálico). Tuve suerte de no tener nódulos o pólipos.
La vibración de las cuerdas vocales, en Axl Rose, recibe una ayuda terrorífica de un cierre voluntario. Es como cantar cerrando la garganta a voluntad. Con materiales perecederos podemos jugárnosla pero con nuestra garganta hay que tener cuidado. Conozco casos de gente que ha vomitado sangre por jugar a ser un rockero guay tipo AD/DC o Guns n Roses.

La voz de Rob Halford fue adquiriendo tonalidades más graves y rasgadas (voluntariamente, pero sin forzar) poco a poco. Su voz no era falsete sino una voz de cabeza muy aguda que permitía la salida del chorro de voz al que nos tenían acostumbrados pocos cantantes más.
Con 35 años Rob llegó a su madurez vocal.
Los agudos estaban más enfocados y controlados, tenía algo menos registro que en su juventud pero mucho más controlado, proyectado y limpio.

No quiero ser más teórico.
Vamos a disfrutar.

Fran Riveira, en Zaragoza, 28 de noviembre de 2013.

23 de noviembre de 2013

Postear diariamente

Hoy he vuelto a mi blog para mirar cuántas personas habían leído lo que he escrito aquí en las últimas semanas.
Las estadísticas de Blogger se han vuelto mucho más completas año tras año y ahora informan hasta de los visitantes anuales, desde el inicio del propio blog.
Aunque sean escasas para lo que suele ser normal en un blog mínimamente visitado he visto que han ido en aumento tras los pocos años que llevo escribiendo (dos veces al mes).

Es una vergüenza tener algo tan parado. Soy partidario de ir hasta el fondo de todos los proyectos pero el blog se hace cuesta arriba. No es por ideas sino por costumbre. Si el hombre (y la mujer) es un animal que se hace con el hábito escribir no va a ser una excepción.

Aunque sean durante no más de dos días, hoy quiero comenzar a postear diariamente.

Un saludo.

22 de noviembre de 2013

El fascismo galopa sin freno por las praderas del estado policial español



"O ¿en qué términos se expresa el hecho de que en la Europa de las
dos velocidades se imponga una sola policía?
Ya la sola posibilidad de aceptar la realidad
como si esta fuese única, les hace partícipes
de la miopía a todos aquellos que en verdad
optan por abrazar, como suyo propio, el método
de la indiferencia, y por tanto, cómplices de
las perspectivas de ceguera que se avecinan."

 La era de la manipulación, N.N, Habeas Corpus.

Ni ser antifascista es ser igual que ser fascista ni ser feminista es igual que ser machista.
Hemos llegado a un punto en que las palabras ya no significan nada.
El discurso dominante en los medios de comunicación es flatus vocis, ruido, aire que sale por la boca de personas que obedecen a unos intereses económicos y políticos cuyo objetivo es enmarañar aún más el estado actual de cosas, hacerlo ininteligible y volvernos locos.

No puedo echar la culpa a los seducidos por el fascismo de principios del siglo pasado, tampoco podremos culpar a esta ola neofascista que protagonizarán partidos y movimientos sociales que aboguen por un supuesto sentido común y en los que se integrarán analfabetos políticos. Analfabetos políticos, repito, sin culpa ni responsabilidad de pensar así.

Me creo que una persona pueda ser seducida por los argumentos más falaces y las consideraciones más bizantinas sobre quién tiene la culpa de esta "crisis": que si los extranjeros, que si los mariquitas, que si los huelguistas... Me lo creo porque sucede, sucedió y sucederá.

Una educación universal, aunque nos duela, no implica un pensamiento crítico universal. Que sea en algunos casos correlativo no significa que haya una relación de causa-efecto.

Estamos produciendo una generación (o varias generaciones) tan ensimismadas, cegadas y ajenas a lo que ocurre, serviles con el mortal enemigo, que llegará el día en que todo este maremágnum explote en nuestras manos.

Quiero adelantarme a ello, me declaro abiertamente antifascista. Desprecio el argumento político apoyado en falacias naturalistas y lo hago porque no todas las opiniones son válidas, hay opiniones performativas, y lo que per-forman es veneno, destruyen concordia, compañerismo o colectividad (como lo queráis llamar).

Ser antifascista no es ser un radical de izquierdas, (no hay nada de radical en descubrir algo que se encuentra claramente en la superficie) es saber mínimamente algo de historia y de política y actuar en consecuencia para que determinados avatares vergonzantes no se vuelvan a repetir.
Ser antifascista y militar activamente proclamando la lucha contra todo lo que huela mínimamente a aguilucho franquista o neonazi es apostar por ese "bien" al que todos debiéramos tender.

Por esto tiene que apostar toda izquierda, toda posición anticapitalista, ecologista, feminista, anticolonialista...

Hay que gritar contra esto hasta que nos cueste la vida (y no 30.000€) hacerlo, de momento tenemos garganta.

Francisco Riveira.

En Ejea de los Caballeros, 22 de noviembre de 2013.

14 de noviembre de 2013

Os hundisteis sin mí



Le dedicaba varias horas diarias. Era lo primero que leía cuando me levantaba. Se trataba del principal motivo de mis agobios. Ni exámenes ni familia ni proyectos propios. Ocupaba más tiempo en mi cabeza que cualquier otra actividad. Además, no era algo que pudiese hacer yo mismo y para mí mismo, tenía que contar con decenas o cientos de personas más, la gran mayoría en desacuerdo con muchas de mis acciones y, sobre todo, decisiones. Me sentía como un político que llegó a su puesto queriendo y con la mejor voluntad de todas pero al que los acontecimientos convirtieron en un gestor funesto cuyas decisiones no encontraban apoyo más que en sus propios compañeros.

Eché a mi espalda todo el peso de la organización. Era yo el que escribía, el que hablaba, el cuerpo presente en cualquier conflicto. Era yo el que me mojaba, el que procuraba tener respuestas para todo.

Hablaba de dividir el trabajo, no mi parte de trabajo sino la otra parte, la más que necesaria para que todo fuese en marcha sin problemas. Esa parte del trabajo nunca llegó a estar en manos de más de dos personas competentes a la vez. Mi parte del trabajo estaba bien organizada, tomaba decisiones, al contrario de lo que podía parecer, con el consenso de todos mis compañeros.

Mis intuiciones más felices y méritos más destacados pronto se veían envueltos en polémicas y disconformidades por cuestiones que nada tenían que ver conmigo.
Poco a poco iba transformándome en el cabeza de turco, en el farmakós a sacrificar en pos del buen funcionamiento de todo el proyecto.

Llegó el día en que me invitaron a marcharme. Me fui sin hacer todo el ruido que mis medios (que eran, en ese momento, todos) podían permitirme hacer. Creo que fue una marcha elegante, pero me dolía por dentro dejar algo en lo que llevaba envuelto 3 o 4 años de manera tan radical.

Al contrario de lo que podía parecer, mi marcha no sólo no mejoró la cuestión general sino que, tras ella, la otra persona que llevaba a sus hombros el enorme peso del "buque", cansada, lo dejó. Lo dejó a la deriva.
Entró gente poco experimentada e incapaz de dar respuesta a problemas inmediatos, gente con más retórica que capacidad resolutiva de problemas. Gente que escribía tratados para gente que sólo quería llegar y disfrutar de lo que les ofrecíamos.

En septiembre cerraron el chiringuito, en el peor momento, momento en que la competencia durísima del pez más gordo de la historia iba a terminar de comerse toda la fuerza inercial que se había conseguido tras tantos años de trabajo.

Así llevan, cerrados, dos meses y medio.
Estoy feliz de haber podido coger una de las pocas lanchas de salvamento que quedaban, antes del inminente hundimiento final.

Francisco Riveira.

En Zaragoza, 14 de noviembre de 2013.

4 de noviembre de 2013

Fallece José Luis Pinillos




Mi sentido pésame a su familia, amigos, discípulos directos e indirectos (entre los que me incluyo).
Hace varios meses escribí un homenaje a José Luis, adelantándome a este momento tan triste.
Lo vuelvo a compartir:

http://franjota.blogspot.com.es/2013/07/el-momento-de-jose-luis-pinillos.html

En Zaragoza, 4 de noviembre de 2013.

24 de octubre de 2013

Creatividad malentendida



La biografía es más interesante que las teorías.
Creo que pienso así porque no me gustan nada los programas de corazón, no me interesa conocer la vida de personas del espectáculo (a no ser que los aprecie por algo más que por sus ligues y sus coches) o de gente que ha dado el pelotazo tanto en economía como por un matrimonio exitoso... y entonces me alegra conocer cómo vivieron esos gigantes en cuyos hombros nos encontramos hoy.

Yo hago desde aquí una apología de la biografía. Hay que dedicar más espacio a la biografía que a la teoría. Toda teoría nace en un territorio de condiciones variables, condiciones caóticas e incontrolables. La creatividad que hoy en día se pide a un científico es muchas veces superada por las circunstancias ya que su formación ha sido cerrada, controlada, devastadora de toda idea nueva o pensamiento lateral. La comprensión de lo anterior e, incluso, de lo canónico, es necesaria para la base, pero en cierto nivel esto es suficiente. Lo digo así tanto por la petición académica como por la petición social que hacemos a nuestros científicos. El científico no puede quedarse con lo anterior, tiene que entenderlo y transformarlo. Es el científico un revolucionario de laboratorio. La suerte que tiene es que nadie le dice: "Usted no puede hacer la revolución porque su creatividad no se basa en ningún principio exacto ni en teorías consolidadas".

La biografía del científico es, en ocasiones, más importante que la teoría. Lo repito con este matiz.
¿Si este científico ha tenido un mejor o peor día cambiará su visión del fenómeno? No parece muy arriesgado admitir algo así. Si la creatividad no está definida es porque el propio acto de definir es un acto de creatividad. Sólo los reaccionarios y conservadores del conocimiento se oponen a la creatividad entendida así.

Si es cierto que lo que se pide al niño o al científico es que sean creativos tenemos, por un lado, que animar esa creatividad, pero por otro lado (y mientras tanto, ya que la creatividad no puede detenerse) tenemos que vigilar qué consecuencias puede tener este endiosamiento del espíritu creativo.

Huelo algo podrido cuando los conservadores políticos animan tanto una actitud creativa en el terreno científico. Quizá nos están metiendo dentro de esa fiebre por la empresa y valorando lo nuevo (I+D+i) porque lo nuevo (demostrado está) es lo que hace que sus bolsillos se llenen de manera más rápida.

Nunca subestiméis la capacidad de adaptación al medio del pez gordo. Recordad que toda su vida se basa en buscar oportunidades de negocio.


20 de octubre de 2013

Reducción a ETA

La coña de que todo es ETA tiene su origen en una intuición bastante feliz por parte de la comunidad twittera y, en general, la creadora de memes de internet. En ocasiones estos memes aparecen en los little think thanks que ya son, sin lugar a dudas, las webs de publicación de cartelitos de todo tipo de contenidos.

Aunque abunde la autoayuda, ante la cual me proclamo enemigo de muerte, hay de vez en cuando estallidos de genialidad.

La reductio ad hitlerum, que ha copado los finales desquiciantes de numerosas tertulias televisivas sobre cualquier tema en el que se ponga en cuestión la legitimidad del poder, ha pasado de moda (bueno, al menos eso es lo que me gustaría a mí) para dejar entrar la nueva "todo es ETA".

Detrás del "todo es ETA" hay una crítica a la falta de honradez intelectual, a la demagogia barata y al aprovechamiento de la energía (al parecer, interminable) que se obtiene del dolor de los afectados por cualquier tipo de terrorismo denominado como tal desde las instituciones creadas a tal efecto (etiquetador) por el estado.

Todo se aprovecha, como en las casquerías. Todo es susceptible de ser utilizado como argumento de mayor o menor peso para sostener una idea política. Ahora vamos con Kant.

Estamos en la Alemania (ya me perdonaréis el ejemplo típico) nazi, somos una familia de apariencia neutral, cristianos y sin raíces sospechosas. Unos amigos judíos pretenden esconderse en nuestro sótano y nosotros no podemos hacer otra cosa que dejarles pasar. Al cabo de unos días acuden oficiales nazis preguntándonos por nuestros pobres vecinos y les tenemos que mentir.

Estamos mintiendo a la autoridad para salvar a esas personas. Estamos desobedeciendo. En este caso no hay perdón gubernamental, el estado nos obliga a hablar, a denunciar y... en cambio, a nosotros no nos apetece. No nos apetece colaborar. Hemos dejado la razón por (si así queréis llamarlo) el sentido común.
La razón, la obligatoriedad de ir a favor de unas convicciones intelectuales, de vivir por y para la verdad, se encuentra ahora intermediada por algo razonable en un sentido más amplio... la razón de los cuerpos, la razón simpática... la simple y pura filia y respeto a la vida humana en sentido amplio.

Los muertos por ETA. Los presos de ETA. Son ya figuras políticas que se encuentran al mismo nivel que peones en una partida del ajedrez. Son ambos utilizados por los dos discursos. En algunos casos nos parece bien, en otros nos parece del todo censurable.

Mi definición de terrorismo es amplia y aún no está totalmente construida, pero desde luego que no se queda en ETA, ni en lo que desde las instituciones se nos dice que es terrorismo... quizá la definición libre de los acontecimientos y de las realidades sea de las pocas cosas por mantener que nos quedan a los desahuciados de la razón ciudadana y democrática en sentido parlamentarista. Me da la gana de decir que hay un terrorismo estatal, me da la gana de decir que ese terrorismo se ha saldado con más muertos de los que nunca, cualquier grupo terrorista como tal estipulado por las esferas dominantes, podría contar... me da la gana de denunciar, como estrategia política, antes a ese estado policial, represor y terrorista. El resto de terroristas son puntuales. Obedecen a una serie de puntos de corte y resistencia a la autoridad que me parece necesaria en el sentido lógico de la palabra.

La maquinaria burocrática y panfletaria del estado ha conseguido meter en nuestro magín histórico y político al terrorismo como figura política indestructible. Sólo ahora -con el sarcasmo- nos damos cuenta de que, incluso en esos casos, no se puede pintar el mundo de blanco o negro. El debate del terrorismo no termina cuando alguien dice que matar no se justifica en ningún caso. Los debates televisivos abiertos y verdaderamente informativos sobre esta realidad vienen con un sesgo inicial que pudre la argumentación ex profeso.

Felicidades por vuestra intuición feliz. Probablemente el sarcasmo en estos casos y la crítica profunda a la AVT, que se ha erijido como organismo de moralidad superlativa e intachable discurso, sean de las pocas herramientas que nos quedan para combatir la ideología ciudadanista y parlamentarista mentirosas.

Saludos.

21 de septiembre de 2013

El espacio publicitario

"La tecnología ha de estar al servicio de la evangelización".

Eso dice un cura montado en el marketing, que ha reeditado incontables veces su único libro (teme al hombre de un solo libro, decía otro santito, ¿pero se refería a un solo libro escrito o leído?). El marketing es principal, sin marketing no hay movimiento, no hay publicidad (en el sentido de hacer algo público).

Las mecánicas y lógicas políticas de unos cuantos se ven mermadas no ya por la ausencia de público sino por el desconocimiento de las técnicas de marketing. El marketing es hoy tan importante como lo era hace unos cuantos siglos hablar inglés. Sin marketing no sería posible el fanboy de iPhone, o el del Grand Theft Auto. El marketing es la herramienta que utilizan para endosarnos sus proyectos o productos. Entender de marketing es entender cómo acceden a nosotros, cómo se aprovechan de nuestros puntos débiles, es decir, de nuestra inconsciencia.

Si nuestra conciencia es partidaria de evitar el anuncio publicitario entonces la criba funcionará en estado consciente. El problema es que no estamos en Cuba y aquí nos tenemos que comer publicidad hasta en la tapa del yoghourt.

Es imposible resistirse al marketing y, por tanto, hay que conocerlo y apropiarse de él para reconstituirlo desde dentro.

Necesitamos vender nuestra ideología.

12 de septiembre de 2013

El camino del niño burócrata



Elegimos al padre y a la madre. Eso también se hace con los perros.
Luego le alimentamos adecuadamente y le situamos en un territorio de clima favorable.
Le ponemos cerca de lo que culturalmente creemos que es un entorno ejemplar.
Arreglamos toda la estructura médica, biopolítica e ideológica para que el niño crezca siguiendo un camino previamente marcado.
Aunque otros se encarguen de dar mil vueltas a las leyes orgánicas de educación procuramos que el niño no las sufra.
Es hora de entrar en la universidad y entrar en un sistema aún más burocratizado y coartador de la libertad y de la creatividad.
Muchos confunden un feliz resultado en ciencia o ingeniería con un resultado producto de la creatividad. Muchos confunden esclavitud informal con excelencia y productividad.
El niño ha de ser excelente, creativo en sentido amplio y esclavo de la burocracia.

Es esclavo de la burocracia hasta que llega el verano y se pone frente al espejo de la realidad.

Cada 15 veranos se harta de su mujer y se separa de ella.

Da a sus hijos y nietos consejos manidos, producto de una experiencia ya de por sí guiada y sesgada.

El consejo del burócrata es genial para aumentar el papeleo.

El burócrata no nace, se planifica el parto de su madre.
El burócrata no crece, se incluye dentro del sistema burocrático y se desarrolla en sus lógicas.
El burócrata no se reproduce, vuelve a planificar su descendencia.
El burócrata no muere, pasa a ser una carpeta en cualquier archivador dentro de un edificio de hacienda.

14 de agosto de 2013

Inteligencia y religión




Hoy voy a ser infiel a uno de mis principios.

Tengo por costumbre no comentar las noticias como mínimo con un mes de retraso.
Sería carne de la velocidad de esta sociedad de información si esto lo hiciese en otra publicación (con sus objetivos, directores, etcétera) pero aquí escribo lo que me da la gana y cuando me da la gana, dándome igual si han pasado dos días o veinte años de la polémica.

La palabra polémica (como la gran mayoría de ellas) viene del griego "polemos": combate.
Una polémica sobre cualquier cuestión es, por tanto, un combate dialéctico. A veces uno de los concursantes en este acto olvida sus guantes de boxeo en casa. Otros hacen trampas para ganar, aunque más tarde se descubra su acción Existe un grupo habitual de personas que suben al ring del debate sin poseer una preparación mínima en las cuestiones que ahí se tratan.

Creo que ningún tema puede despacharse en media hora de debate televisivo matinal. Si hay cuestiones como la libertad o la influencia del derecho en nosotros que llevan sin solucionarse por fin y para siempre desde hace dos mil años me parece una locura y una falta de respeto, elegancia y honradez intelectual el querer darlas por zanjadas con uno o dos estudios, tres o cuatro estadísticas favorables a la posición propia y, en los peores casos, alguna que otra falacia ad hominem para terminar de arreglar el asunto.

Hace unos días se divulgó un estudio que venía a decir (en resumidas cuentas) que la inteligencia estaba negada a los religiosos. O, dicho con otras palabras, que a mayor cantidad de inteligencia menor religiosidad en cada cual.

A simple vista esto puede parecer un disparate, un estudio capcioso en el que se ha tomado el todo por el todo y se ha partido de la conclusión en vez de las premisas.

Antes de nada me gustaría comentar que la cuestión de la inteligencia es aún hoy un tema no resuelto por la comunidad de psicólogos. La psicología partía de una serie (siempre me harto de decirlo) de presupuestos antropológicos y, entre ellos, estaba el de la aplicación de las matemáticas a la psique (psicometría). Esta aplicación se ha visto que es ilegítima en muchos casos y, lo peor de todo, ha fastidiado la vida de muchos chavales que, tras un test desfavorable, se han visto obligados a tomar otro rumbo en sus vidas, muchas veces en contra de su voluntad.

Los tests psicológicos llevan en España unos 50 años. Su eficacia para conseguir resultados concretos, acotados y específicos es ya sobresaliente. Pero resulta que, como en cualquier otro caso, una persona acostumbrada a determinados tests tendrá mejor resultado que otra que sea analfabeta.

En ese sentido, ¿es una persona analfabeta menos inteligente que otra que sabe leer y tiene varios idiomas? Probablemente la primera falle en estos tests y tenga graves problemas para salir adelante. Haciendo esta correlación que nos proponen tendríamos que decir que el analfabeto es menos inteligente.

El caso de los niños lobo, las personas sin formación... ¿es la inteligencia una propiedad cultural o ya innata en la persona? Se piensa en psicología y en otras ciencias (y cada vez más) que el ambiente es una influencia determinante para el desarrollo del individuo.  Por mucha predisposición genética que tenga una persona para medir 2 metros, si no se alimenta correctamente o hace deporte probablemente no consiga eso a lo que ya estaba casi predestinado. Lo mismo aquella persona que siempre ha visto imposible aprenderse temarios enteros. Si quitamos posibilidades para que se forme, si su entorno no es el correcto, por mucho que viese imposible aprender un temario no vamos a conseguir que comience por ninguna parte.
La inteligencia (no quiero demostrar nada porque este no es el lugar adecuado) no es reducible a una supuesta naturaleza humana, la inteligencia es producto cultural. Existen analfabetos artesanos mucho más hábiles manualmente que ratones de bibliotecas. También la manual es un tipo de inteligencia. Sin cerebro no podría mover sus manos ni un ápice.

Entonces, cuando me dicen que un religioso es menos inteligente que un ateo, me pregunto: ¿qué intenciones hay detrás de esa afirmación? ¿Qué clase de estudio es ese y en qué se basa?

Los estudios psicológicos son fruto de la sociedad en que vivimos. Si ahora hay psicólogos cognitivos es que nuestra sociedad tiene una preocupación por la ciencia y nuestro modo de conocer. Si hay psicología aplicada al deporte es porque el deporte tiene una importancia enorme en el mundo. Si hay psicología barata, de autoayuda, es que la gente necesita consuelo y consejo.
La psicología es una ciencia social. La psique no existe. Es un constructo, un filosofema creado para dar nombre a una realidad no comprobable empíricamente, al igual que la mente o el alma.
La psicología sufre habitualmente de una severa imposición subjetiva por parte de los que dicen ser psicólogos. Los estudios en psicología o psiquiatría tienen que ver, repito, con el mundo en que están envueltos. A ellos se asiste con una idea sobre el hombre, sobre su comportamiento... Una idea, no una realidad.

No digo que los estudios en psicología no sean aceptables (sería tirar piedras sobre mi propio tejado) y verificables sus conclusiones. Sólo digo que en este tipo de ciencias de la salud/sociales es preciso tener siempre presente que estamos tratando con realidades vivas, culturales y, por tanto, complejas e inabarcables por la infinitud de variables que pueden darse.

Es por esta serie de principios por lo que veo exagerado y tremendamente arriesgado decir que los religiosos son menos inteligentes que los no religiosos.

Como podéis comprobar, no hablo de ningún religioso o ateo concretamente. Aun siendo yo mismo ateo me cuesta dejar pasar estas tonterías en nombre de la soberana figura cuasidivina del siglo XVIII: la Razón.
En nombre de la Razón y en pos de su consecución se han hecho las mayores barbaridades de la historia.

La Razón, al igual que la religión, puede ser usada para conseguir objetivos nobles o rastreros. En cualquier caso, decir que sean una cosa u otra será cuestión de la moral de cada uno.

La honradez intelectual no es otra cosa que ser crítico con todo lo que llegue a nuestras manos, apoye o destruya nuestros principios.

Os habéis comido el estudio con patatas, como una beata el Evangelio de San Mateo.

Felicidades, seres racionales.

12 de agosto de 2013

Definición es represión




"No me interesé mucho por la carrera de leyes que mis padres elijieron (sic) para mí y abandoné pronto la Universidad de Sevilla donde empecé a estudiarla." Juan Ramón Jimenez.

...

Definición es represión.
La represión no tiene por qué ser voluntaria, más bien es un acto performativo e inconsciente.
Probablemente el maltratador no sepa lo que está haciendo hasta que alguien se lo dice desde fuera de su propio yo o cerebro.
La represión tiene muchas maneras de hacerse presente en diversos ámbitos.
La represión sucede en lo material, pues no hay más ámbito que el material.
La definición oprime, presiona, represiona pues oculta y evade hechos.
La definición es normativa, no sugiere, acorta.
Es el lecho de Procusto.
El argumento de autoridad hoy no es el cura, es la definición.
La definición impide argumentaciones excursivas que se salen de la normativa por la tangente.
El límite del derecho es el límite de la definición.
Cuando aparece un problema lingüístico en derecho se abre la biblia de la represión: el diccionario.
El mundo está asentado sobre definiciones muertas.
Los muertos no pueden andar.
Si algo no anda es anacrónico, si es anacrónico no está a la altura de los nuevos tiempos.
Los nuevos tiempos no son progreso con respecto a los antiguos, sencillamente son diferentes y originales en sentido amplio.
El progreso es una cuestión moral, es una ficción política.
La definición no tiene que ser progresista pues estaríamos ante una contradicción en el término.
La definición va por detrás de la vida embalsamándola y endureciéndola.
El "alma" de lo definido no es un "alma navegable".
Es preciso ser "navegable" para refrescar el ambiente, desentumecer y poner de relieve.
El diccionario se confunde con las paredes de mi biblioteca.
Las esculturas exentas no tienen una definición completa.
Las cuestiones políticas no son reducibles a la física de ningún tipo.
La ciencia no tiene nada que decir en la política o en la vida (no así en la bio-vida).
El poder médico es aún mayor que el poder del capital, por eso son compañeros de caza.
La medicina no funciona si no extrae e inspecciona en laboratorio el tejido corrupto.
La medicina va por detrás del ser humano integral, es necesaria pero no suficiente.
La medicina y toda ciencia natural basa su eficacia en la definición.
La definición crea un campo de juego.
Todo lo que caiga en ese campo de juego es susceptible de ser estudiado por la ciencia que así se apropie del derecho a hacerlo.
La ciencia institucionalizada no contempla todas las respuéstas a los problemas surgidos por los inabarcables hechos.
Lo fáctico es inabarcable por el ser humano.
La labor científica es una utopía en sí misma.
No hay límite en el conocimiento, nunca es completo.
No hay fin de la historia.
La definición propone un fin de la historia.
El fin de la historia al modo que se ha entendido es una idea peligrosa para el utopista y revolucionario.
La definición es parte de la lingüística, pues sólo a través del lenguaje creamos y acotamos esas realidades.
El fin de la historia es propiamente una definición con consecuencias políticas.
De esto extraigo que las diferentes formas de ver la lingüística tienen efecto en lo político.
Definición es represión.


10 de agosto de 2013

La voz gitana



Pienso que las voces no tendrían que ser comercializables. Entiendo que hoy en día todo es mercancía en manos del capital pero me inquieta profunda y personalmente que se apropien de esta herramienta los que no entienden su singularidad y su capacidad expresiva.

...

Por lo general a la gente no le gustan los gitanos. En España hay un odio enfermizo hacia ellos que ha pasado a cristalizar en expresiones como "eres más ladrón que un gitano", "lávate, que pareces un gitano"... Los gitanos tienen la fama que no se merecen pues como etnia tienen, a mi parecer, más valor y mérito que cualquier otra. El modo de vida nómada, el pasotismo de la ley y de la civilización, el comercio de lo que les apetece y donde y cuando les apetece, el total desapego a la sociedad en que están inmersos. Si alguien busca contracultura que no escarbe mucho porque ahí tiene a los gitanos (no pretendo generalizar).

Son los gitanos los que, con una guitarra en mano y una voz afinada tras años de cantar (con más improvisación que conocimeinto de causa), crearon el flamenco. El flamenco es el estilo de música español más apasionado que conozco. Podría decir que sólo merece la pena escuchar música española si es flamenca. No se venden, hacen música desde su propia vivencia y para ellos mismos y su fiel público. En ocasiones los lamentos que expresan son viscerales y hacen llorar al espectador. Si creyese en el alma diría que la ponen en todo lo que hacen. 

Camarón, en la frontera entre su vida y la muerte, cantaba o, más bien, exhortaba a los elementos que para qué quería tanto dinero si no podía disfrutar de una buena salud. Me pregunto qué otro cantante habría dedicado su último concierto a expresarse de esa forma tan emocional y desgarradora, consciente de un final ya inevitable.

Yo me creo a un gitano. Yo me fío de este gitano y de todo el resto de gitanos. Los gitanos no mienten al cantar. Ningún payo ha conseguido emocionarme al nivel de un gitano.

Este es el poder de la voz.

...

La voz tiene muchas cualidades. Entre ellas está la de ser un instrumento que expresa ideas de una manera más clara que cualquier otro (piano, guitarra...). Todo instrumento tiene sus propias estrategias de comunicación pero la voz, por ser nuestro esencial (ya de serie) medio de comunicación tiene un papel predominante. Supongo que nadie se ha preguntado por qué en vez de "La Voz" no hacen un programa en prime time llamado "La mandolina". 

A pesar de todo la voz sigue siendo ese instrumento maltratado por la técnica y vendido al mejor postor.
La voz ha perdido su color para ser modificada virtualmente por sistemas de Autotune, compresión o modulación. El esfuerzo que en directo hace un cantante es sustituido por la más pura técnica que convierte a su trabajo en un paseo por el campo. En ocasiones se limita a bailar una estúpida coreografía tras haber pinchado el disco y así hacer playback. 

La música y la voz han dejado paso al espectáculo de luces y bailes que es hoy cualquier concierto de pop.
Es cantar el pop del siglo XXI un entretenimiento bobalicón, aséptico y sin interés emocional o incluso intelectual. No estamos ante voces sino ante construcciones de la tecnología. La repetición en bucle, los efectos de voz, ecos, delayers... enturbian toda la actividad de canto.

La voz no es tecnología. La voz es el único instrumento que no creamos nosotros. A lo sumo la técnica vocal se ve envuelta en esa tecnología. El resto de instrumentos son tecnología más o menos avanzada. La música electrónica es la exacerbación de este modo de entender la música.

Me pregunto si queremos seguir por este camino. En pocos años estaremos escuchando voces totalmente robotizadas con arreglos por ordenador. Canciones compuestas enteramente a través de la máquina en la que el sentimiento y la intención del ser humano no tendrá cabida. Es muy difícil adelantarse a lo que nos depara la tecnología en relación con la voz y con la música pero hay que ir preparándose para un agravamiento de esto que hoy critico.

9 de agosto de 2013

Destino



El guitarrista Toni Iommi, fenómeno de la masa metalhead, tuvo la desgracia de rebanarse la punta de varios de sus dedos con algo parecido a una fresadora. Eso hizo que, para poder tocar el instrumento, utilizase prótesis de plástico en sus dedos. Así dio lugar al sonido tan particular de su guitarra.

Si pensásemos que todo lo que sucede en este mundo obedece a un destino divino inexorable seríamos conscientes de que la mayoría de sucesos felices tienen explicación. El asunto es que sólo somos conscientes de ellos, de los exitosos, en cambio ningún fracasado rellena páginas de periódicos, a ninguna antítesis de Amancio Ortega le hacen entrevistas y artículos especiales en la prensa dominical.

Estaba pensando en el destino y en lo que podría suponernos si realmente fuese una teoría sostenible.

Pensar que existe un destino es pensar en la represión in terminis. Que estemos destinados a hacer algo implica que, hagamos lo que hagamos, incluso la inmovilidad total, sucederá lo que tenga que ocurrir. Si el destino es que todo siga igual entonces así será. En cambio, si el destino es que nos movilicemos, ¿qué otra nos queda? Ya sea hacia un lado u otro tendremos siempre la sensación de estar siguiendo ese plan divino, ajenos a nuestro trocito de libre albedrío.

En la serie Doctor en Alaska, una de las protagonistas, una mujer de 28 años, piloto de aviones, tiene un historial de novios que han muerto por distintos motivos. Ya tiene esa fama y todo apunta a que su actual pareja sufrirá la misma suerte. En ese caso, ¿cabe tomar algún tipo de actitud defensiva ante lo evidente del destino? No sería también ese enfrentamiento al destino parte del propio destino. Querer cambiar el destino puede ser algo que el propio destino quiera que hagamos, entonces entramos en la paradoja tan recurrente: si quiero moverme haré cumplir el destino, pero si me muevo intentando cambiar el destino probablemente no esté haciendo otra cosa que seguirlo.

Esta dialéctica es una estupidez pero en ella se asientan bastantes de las lógicas y de las falacias de la actualidad. Hagamos lo que hagamos, nuestro destino va a ser morir, así que... ¿para qué preocuparse?

...





ESTA NOCHE EN SAMARKANDA (cuento Persa) 
Farid al-Din 'Attar 

Una mañana, el califa de una gran ciudad vio que su primer visir se presentaba ante él en un estado de gran agitación. Le preguntó por la razón de aquella aparente inquietud y el visir le dijo:

-Te lo suplico, deja que me vaya de la ciudad hoy mismo. 

-¿Por qué? 

-Esta mañana, al cruzar la plaza para venir a palacio, he notado un golpe en el hombro. Me he vuelto y he visto a la muerte mirándome fijamente. 

-¿La muerte? 

-Sí, la muerte. La he reconocido, toda vestida de negro con un chal rojo. Allí estaba, y me miraba para asustarme. Porque me busca, estoy seguro. Deja que me vaya de la ciudad ahora mismo. Cogeré mi mejor caballo y esta noche puedo llegar a Samarkanda. 

-¿De verdad que era la muerte? ¿Estás seguro? 

-Totalmente. La he visto como te veo a ti. Estoy seguro de que eres tú y estoy seguro de que era ella. Deja que me vaya, te lo ruego. 

El califa, que sentía un gran afecto por su visir, lo dejó partir. El hombre regresó a su morada, ensilló el mejor de sus caballos y, en dirección a Samarkanda, atravesó al galope una de las puertas de la ciudad. 

Un instante más tarde el califa, a quien atormentaba un pensamiento secreto, decidió disfrazarse, como hacía a veces, y salir de su palacio. Solo, fue hasta la gran plaza, rodeado por los ruidos del mercado, buscó a la muerte con la mirada y la vio, la reconoció. El visir no se había equivocado lo más mínimo. Ciertamente era la muerte, alta y delgada, vestida de negro, el rostro medio cubierto por un chal rojo de algodón. Iba por el mercado de grupo en grupo sin que nadie se fijase en ella, rozando con el dedo el hombro de un hombre que preparaba su puesto, tocando el brazo de una mujer cargada de menta, esquivando a un niño que corría hacia ella. 

El califa se dirigió hacia la muerte. Ésta, a pesar del disfraz, lo reconoció al instante y se inclinó en señal de respeto. 

-Tengo que hacerte una pregunta -le dijo el califa en voz baja. 

-Te escucho. 

-Mi primer visir es todavía un hombre joven, saludable, eficaz y probablemente honrado. Entonces, ¿por qué esta mañana cuando él venía a palacio, lo has tocado y asustado? ¿Por qué lo has mirado con aire amenazante? 

La muerte pareció ligeramente sorprendida y contestó al califa: 

-No quería asustarlo. No lo he mirado con aire amenazante. Sencillamente, cuando por casualidad hemos chocado y lo he reconocido, no he podido ocultar mi sorpresa, que él ha debido tomar como una amenaza. 

-¿Por qué sorpresa? -preguntó el califa. 

-Porque -contestó la muerte- no esperaba verlo aquí. Tengo una cita con él esta noche en Smarkanda. 



Farid al-Din 'Attar.


3 de agosto de 2013

Lector anestesiado, lector feliz.




La pesada manía de aplicar el sentir socialdemócrata a las ciencias sociales se está convirtiendo en una gigantesca fábrica de titulares sensacionalistas para consumo del público interesado en pasar un rato de domingo leyendo alguna bagatela.

Lo novedoso o, más bien, ya acostumbrado, es hacer artículos fáciles de comprender por todo el público en los que dejar pasar bastante de nuestro propio pensamiento, lecturas o, en el caso de los científicos, sus investigaciones y descubrimientos.

El popurri que sucede después de batir todos esos elementos es repugnante.
Mi cruzada contra los libros de autoayuda tiene comienzo hace no muchos años. Leí unos cuantos libros de autoayuda en mi adolescencia e incluso traté de aplicar los "sabios conocimientos" de alguno de ellos, con resultados bastante preocupantes. Se basaban estos libros en la más sencilla técnica pavloviana, la repetición hasta hartarse, para crear hábito y que no costara ser buena persona o tener éxito en la vida.

Más adelante me di cuenta, con Voltaire, de que ni nosotros podemos crear "el mejor mundo posible" ni el propio sistema nos lo permite. A lo sumo podemos alcanzar la sombra de lo que nuestras más bellas utopías dibujan.

Es ya una costumbre carpetovetónica la de freír cerebros los domingos. No aportan absolutamente nada. No hay intelectuales al uso de los que así considerábamos en el siglo pasado y, si creemos ver alguno, enseguida lo encontramos manchado por intereconomías o pertenencias a partidos políticos... Existe algún caso peor: los indiferentes.

Los intelectuales indiferentes crean universos platónicos en XL Semanal. Creemos, al leerles, que tienen toda la razón del mundo, que son en el sentido kantiano de la palabra "razonables". El sentido común vence, han sabido leer nuestros pensamientos y sólo podemos asentir. El artículo dominical es una caricia a nuestra adormecida inquietud política e intelectual. No supone ningún reto más allá de la consulta en Wikipedia: alguna palabra bonita o alguno de los acontecimientos o hechos circunstanciales que ahí se describen. Cerramos la revista y volvemos a ser los mismos de antes. No hay una serie de artículos que seguir ni una investigación a posteriori que nos obligue a cultivarnos. Se plantea un artículo como se configura una escaleta: tiempos medidos, párrafos no demasiado largos e ironías sosas y bobaliconas. Lo justo para mantener al lector atento los 4 minutos que cueste leer la paginita.

La psicología televisiva y nuestra capacidad de concentración parten de la experiencia del hombre del siglo XXI. Si se nos repite hasta la extenuación que nuestra atención no puede durar más de 25 minutos focalizada en un tema concreto (el archiconocido flow) entonces nos lo creeremos, como también nos hemos creído que no puede haber una persona de ciencias y de letras o que todo el mundo tiene en su mano el ser feliz (al menos lo que ellos te dicen qué
significa la felicidad).

La serie interminable de tópicos que aparece en esos artículos es sólo comparable a la gente que los lee y toma al pie de la letra. El lector de revistas y artículos periodísticos está acostumbrado a siempre lo mismo, al entretenimiento intelectual sencillo y aséptico, que no se engolfa, que no se mancha las manos porque examina todo con guantes y pasión de cirujano.

Ahí han quedado, por populistas, por demagógicas o no rentables, las revistas que motivaban al obrero y a las demás partes de la clase dominada, las que lo enfrentaban a su triste realidad y animaban a combatirla o, al menos, a ser conscientes.

Es común la anestesia médica pero también la anestesia intelectual, la crítica anestesiada y capada desde el inicio por un aparato crítico propio del debate de salón del siglo XIX. La primera es deseable, la segunda atenta contra nuestra dignidad.

En vez de enfrentar el problema, desde la revista, nos dan herramientas para tragarnos la mierda en cómodos plazos y con ambientador de pino.

23 de julio de 2013

La Crisis como concepto comodín - Parte 6: Final




Decir que hay crisis es como decir que hay fuego en el bosque.
Como dicen los cristianos: "alguien tiene que haberlo producido".
"Crisis" en griego significa separación en el sentido transformador, no oportunidad, como los gurús de autoayuda dicen.
El sentido del palabro en economía nos habla de la parte más grave de una "enfermedad". Una crisis respiratoria, una crisis de ansiedad. Se tiene el problema anteriormente, uno tiene cierta tendencia a padecer esos problemas, y la crisis es su exacerbación.

¿Cuándo se acaba la crisis? Decir esto en el sentido económico es no saber de qué se está hablando. Es una pregunta estúpida. La crisis no termina porque el sistema socioeconómico está basado en la existencia de esas crisis. La crisis es la cristalización de ese sistema, no un fallo o un mal trago. Lleva habiendo crisis desde hace cientos de años y siempre se han llamado así (en el sentido económico). En España, concretamente, no encuentro momento en los últimos 40 años en que no estuviésemos, de un modo u otro, atravesando una crisis.

Luego hablan de la crisis de los valores. Así hablan los conservadores y los curas en general. Decir que esto es una crisis de valores es reírse en la cara del que te escucha. Hablar de regeneración también lo es.
La crisis de valores es uno de los pocos cartuchos inteligentes que han quedado en los cristianos: quieren llevar el problema a su terreno. Si hay crisis de valores entonces nuestros fieles se multiplicarán porque sólo nosotros somos capaces de enseñarte los valores buenos.

Crisis de productos, de los derechos de los trabajadores, de la sanidad y educación públicas...
Hoy en día no se hacen políticas fuera del territorio económico. En ese sentido todo lo que es política es economía, pero no todo lo que es economía es política.

Quiero decir con esto que hay que mirar con más perspectiva el asunto. Me refiero a la expresión de ver los árboles y no el bosque. Volvemos al principio: vemos los árboles quemándose pero no al pirómano. ¿El sentido de que haya un pirómano? Tan solo él mismo es capaz de ponerse en su piel y sobra totalmente juzgarle. En cambio sí podemos juzgar la base del iceberg que es nuestro problema económico-político.

En la crítica va implícita la voluntad de cambio pero esto es imposible a corto plazo. La tendencia ha pasado de ser antisistema y revolucionaria a reformista y conformista. Llevaba unos años viendo el progreso de los ecologistas y hace pocos días ya se ha metido el gobierno por en medio para ponerles más palos en la rueda. Ser ecologista no sirve de nada existiendo este sistema económico.

Otra cosa, las charlas ecologistas que se dan a los niños en los institutos. Me parece que no es ahí donde más se puede hacer. Aprovecharían más su vida si fuesen a empresas, no dos días a explicar cómo reciclar a unos chavales que producen un millón de veces menos porquería. Reciclar es un granito de arena, pero no hay que conformarse con el granito de arena. Nadie cambió un sistema reciclando mientras que la gran fábrica de su ciudad contaminaba el agua. Hay que ir a por los grandes, nos guste o no nos guste. No es suficiente con la formación sino que hay que presionar. Por culpa de no presionar nos sigue ocurriendo todo esto de lo que estoy hablando.

...

Por culpa de esas personas que nacieron hace 40 o 30 años y que no hicieron nada para que esto fuese de otra manera, para que sus hijos no tuviesen que estar ahora pensando en cómo sacarse las castañas del fuego, para que no estudiasen sólo para ser empleables y poder salir del país hacia Alemania.
Tenéis la culpa de que no nos hayamos dado cuenta antes de que no hay tal crisis.
Habéis sido pasivos ante la pérdida de derechos que desde el siglo XX se han conquistado. Sólo habéis salido a la calle en multitud cuando ETA asesinaba a alguien y, sin embargo, hay muchas otras formas menos explícitas de matar de hambre, de dolor y de miseria.

Os habéis quedado con lo que os contaban, sois la generación cobarde e imbécil.
Esto va para vosotros, es mi misil hacia vosotros y mi divorcio de los adultos. Adultos en edad pero bebés en conciencia política, se han atrevido a dar lecciones sobre cómo sobrevivir haciendo de las oposiciones y del funcionariado el porvenir al que aspirar.

Os habéis resignado. No somos libres pero, como dice alguien, podemos hacer sonar el ruido de nuestras cadenas. Si no nos movemos será, desde luego, imposible ser conscientes de nuestro estado.

Ahora no vale con resignarnos, estamos un nivel más adelante en la imbecilidad: ahora nos indignamos. Nos indignamos por lo circunstancial, por los árboles quemados. Soportamos lo que nos echen porque somos corderos incapaces de enfrentar al poder con sus mismas herramientas.

Apeláis al Estado de Derecho y no os dais cuenta de que el derecho legitima vuestra explotación y la economía que la permite. Apeláis a la democracia y no os dais cuenta de que el ansia de poder es realmente lo que hace que todo deje de funcionar y se envenene desde dentro.

Desintoxicación, información y acción. Ese es el proceso individual y personal para enfrentarlo.
Nadie que actúe intoxicado puede actuar de acuerdo a terminar con las injusticias (no en el sentido legal). Nadie que se informe sin una previa desintoxicación... nadie que no desaprenda lo que le han metido interesadamente en el cerebro... es capaz de actuar debidamente.

...

Cuando no quede nada por perder entonces hablaremos.

Un saludo.