Robotín de Google

30 de enero de 2014

Territorio Alaska



De entre las diez canciones que recuerdo más vivamente de cuándo era pequeño se encuentra la de Abracadabra, de la serie La bola de cristal. Es curioso que la recuerde tan vivamente cuando esa serie se acabó antes de que yo naciera. Imagino que por aquel entonces también se estilaban las reposiciones. Quizá algún día me dé por ver la serie entera, por lo que he leído era una serie interesante, para un público joven tratado con simpatía y de igual a igual.

Como cualquier español que haya escuchado la radio o visto la televisión alguna vez en su vida, conozco a algunos personajes de la movida. La creación de esos artistas que innovaron en terrenos tan desérticos como el punk, el rock glam, etc. parece que se ha quedado anquilosada en el pasado. Si algún momento en el tiempo tenía sentido hacer del ridículo un arte fue en los años 80. El sarcasmo de la historia suele dinamitar las dictaduras con las tendencias más coloridas... y estupefacientes.

El territorio Alaska es ese camino que han tomado muchos artistas. Normalmente estos artistas habían entrado en esa Movida de rebote, sin pretender montar un movimiento juvenil y cultural con mayúsculas. Normalmente los proyectos de mayor envergadura suelen recoger lo sembrado por muchas personas a la vez sin, aparentemente, conexión. Muchos de estos cantantes, actores, actrices, poetas... no se conocían de antes pero la propia inercia del movimiento los movió a espacios comunes en los que si uno cantaba determinada canción era a partir de los poetas novissimi y criticado favorablemente en los periódicos por los escritores afines a la Movida.

Vivir rápido y morir joven es una de las señas de identidad de esta generación. El problema es vivir demasiado rápido y no morir para nada... ¿qué les ha ocurrido?

Encuentro señores y señoras descafeinados, sin motivación... perdido cualquier vestigio de crítica social que habían tenido en su época, se han acomodado y han hecho del sufrimiento de las secuelas de su exceso un patrón de comportamiento inevitable. Recorren platós y escriben libros de memorias para tratar de mantener viva la llama y hacer que su recuerdo no se pierda. Si en algún momento pudieron ser auténticos (no me cabe la menor duda, hubo mucha gente auténtica en los años ochenta) ahora es tiempo de vivir de las rentas, de las recopilaciones de greatest hits y de los programas estilo Alaska y Mario que producen en el espectador una especie de amor por lo ridículo, insulso y estúpido, al mismo tiempo que despiertan en él una añoranza por un tiempo mejor.

Qué lejos ha quedado la movida. Qué baldío ha quedado el territorio Alaska. Ahora no sólo no quieren morir jóvenes sino no morir nunca, ser inmortales en el recuerdo de los madrileños y españoles en general. Pero no hay escapatoria.

Descanse en paz lo auténtico.

Fran Riveira

En Zaragoza, 30 de enero de 2014.

29 de enero de 2014

Un paraíso lleno de basura

No sé sobre qué bases antropológicas se sostiene este dogma de fe neoliberal que dice que hemos de realizarnos a través de nuestro trabajo.
Me parece una salida muy fácil a todo. Mantenerse en el statu quo siempre es la salida más fácil. Creo que hay que leer con mayor atención esos cantos a la pereza y a la inacción.

¿Qué es sino inacción y pereza la teoría del decrecimiento?
Si hay que decrecer en producción y en polución entonces hay que trabajar menos o de otra manera. No, cuando digo de otra manera no hago ninguna concesión al trabajo. Creo que el futuro de cualquier sociedad civilizada tendría que pasar por poder ofrecer una renta básica a todos sus ciudadanos. No me valen contra esto retóricas de la excelencia y de la competitividad, retóricas asesinas e insostenibles. Ese tendría que ser el objetivo de cualquier sociedad. Otras sociedades tienen como gracioso objetivo el comer tres veces al día... ¡qué locura! Igual en este país tenemos que comenzar a proponer propuestas de esa índole para partir de la base.

Las políticas no parten de la base sino que están a otro nivel. El nivel macroeconómico (la macro-economía, pseudociencia asesina por excelencia, incapaz de predecir la podredumbre humana, ergo asesinato científico) es el que aparece en los primeros minutos de cualquier telediario. Me pregunto si (el que tiene el lujo de tener una casa y una televisión -si no le han cortado antes la electricidad-) alguien entiende esas cifras y terminología. ¿Está la sociedad obligada a entender de economía? No. Tiene derecho a estar informada y a no ser analfabeta funcional pero no tiene por qué saber de bolsa ni de inversiones extranjeras ni de cosas que no le van ni le vienen... al ver ese inicio de telediario observa las mareantes cifras con un acostumbrado estupor y con una resignación dignas del judío más viejo del campo de concentración que ha visto morir ya a toda su familia.

Ufff, me he ido totalmente de tema pero me da igual.

No sé qué bases antropológicas hay en este sistema pero está claro lo que dicen: el hombre es, en esencia, productor. El hombre se primitiviza y se vuelve cazador-recolector en una sociedad en que dichas actividades tendrían que estar ya más que automatizadas. "Running for your lives", que dice la canción de Iron Maiden.

Así que no me apetece caer en ese juego, todo lo contrario, me sienta bien denunciarlo y me parece un servicio público que alguien pueda leer esto y, estando o no de acuerdo con lo que digo, reflexionar un poco al respecto.

Como no quiero ser moralista, que para eso tenemos a los periodistas de Público y a los Pablos Iglesias de turno, dejo aquí mi reflexión. Esto es lo que pasa y así es como de mala manera lo describo.

Iba a decir que hay que tener cuidado pero es que ya teníamos que haber tenido cuidado hace años. A veces leo ensayos de los años 80, todos ultraeuropeístas, preocupados por el estado de bienestar, ¡qué gozo! Cuando las necesidades básicas están cubiertas, ¿qué le pasa al ser humano? Se pinta como se viste el patrón, el rico y el propietario.

¿Qué hace el cine? El cine chabacano español que muchos han criticado (no sin sus buenas dosis de moralismo, ojo con eso) y el estadounidense estereotipado hasta decir basta son creadores de paraísos. Pintan la realidad actual, la dotan de un humor picante y reflexionan fugazmente sobre ella. La reflexión rápida se queda en la superficie del paraíso y a todo el mundo le encanta.

El cine ofrece como paraíso la realidad de la que hay que escapar.

Un saludo.

Fran Riveira

29 de enero de 2014, en Zaragoza.

15 de enero de 2014

No creo que los filósofos tengan, por ley, que dedicarse a cambiar el mundo




El marxismo, el cristianismo, el neoliberalismo y cualquier otro -ismo tiene una estructura lingüística e ideológica que le permite entender el mundo.
El conocimiento sobre el mundo se hace siempre bajo una filosofía, nunca sobre ella. Podemos conocer esa filosofía, en tal caso estaremos ante un metalenguaje,
pero si queremos ser finos y concisos no podremos basar todo nuestro conocimiento en un meta-conocimiento.
Para conocer esa estructura es necesario conocer la filosofía. Si para algo sirve la filosofía es para conocer el campo en que están cultivadas todas nuestras ideas sobre el mundo aunque nosotros no seamos conscientes de que así sea. Hay personas que hablan de "filosofía de vida" o de la "filosofía empresarial", eso es lo mismo que la adecuación del escepticismo al triunfo de la ciencia natural por encima de cualquier otro saber: es una apropiación ilegítima de un término con mucha historia. Esa no es la filosofía que yo entiendo como valiosa. La filosofía ha de ser inmanentista pero, en ocasiones, ha de escarbar en lo obvio. La filosofía es, como decía Zubiri, un conocimiento de lo obvio, de aquello que nos encontramos enfrente cuando vivimos y sobre lo que tenemos alguna intuición feliz (acertada) pero que, en la mayoría de las ocasiones, no comprendemos profunda e íntimamente.

La íntima realidad social es irreducible al intento humano de comprensión a través de estructuras ideológicas ad hoc, previamente estipuladas, que atienden a cuestiones históricas, políticas o personales. Además, el fenómeno curioso de la sociología (que es lo que la convierte en una empresa, al menos hasta cierto término, absurda) es que al tratar nosotros de explicar el mundo o al intentar poner en práctica nuestras teorías de laboratorio, estaremos cambiando el mundo. La utopía no puede conceder fuerzas a la ingeniería social, así habla Popper. Esto no es, ni mucho menos, una crítica a las utopías. Yo soy el primero que ve valiosas las utopías y creo que Popper en ese sentido estaba influido o "perturbado" por la manera lógica de ver el mundo.
La ingeniería social que ocurrió en el socialismo a principios del siglo XX da la razón a estos críticos.

Quizá no vale con aplicar la ingeniería (planificación y puesta en marcha de esos principios) a la sociedad sino de permitir a la misma, a la sociedad "mayor de edad" (esto sé que es puro idealismo), poder obtener las herramientas de crear la realidad que en cada momento mejor le convenga. Puede que en ocasiones sea preciso derogar la propiedad privada de los medios de producción o, en otras, expropiar las casas cerradas a los bancos porque familias enteras están viviendo en la calle. En ambos casos estamos atendiendo a problemas puntuales.

El marxismo, concluyo, queda cojo explicativamente ante la profunda realidad social que va muchísimo más lejos de lo que Marx podría haber soñado en sus peores pesadillas. Sobre Marx, de su mano, cogiendo distancia... lo que os apetezca, pero no os caséis con determinadas categorías cerradas para mayor tranquilidad en vuestras vidas.

Veo en vosotros lo que más odiáis: a reaccionarios, carcas, conservadores (lato sensu) de las teorías más famosas de la academia pero incapaces de afrontar con seriedad y visión amplia la inenarrable realidad social del presente.

Y ese consuelo en la teoría y en el cierre categorial es un efecto de la moral de débiles de la que hablaba Nietzsche.

Un saludo.

Francisco Riveira.

En Zaragoza, 15 de enero de 2014.

PD: Dice Marx que los filósofos, ahora, tienen que tratar de cambiar al mundo. ¿Quién ha dicho que los filósofos tengan necesariamente que ser activistas? Esto es un dogma marxiano. El filósofo ha de preferir siempre una reflexión profunda. La acción puede esperar si esa reflexión no ha dado sus frutos. El pensamiento de baja calidad es este pensamiento fruto de la rapidez de los tiempos, de la necesidad de producción académica o escrita. Creo que los filósofos tienen que seguir interpretando el mundo. ¿Puede que haya filósofos que, en sus ratos libres, lo cambien? Sí. ¿Puede que existan filósofos que hagan ambas cosas al mismo tiempo? Si lo hacen será en calidad de sujetos sociales. No recuerdo ningún filósofo -a lo largo de la historia- que haya dado demasiado de sí y que al mismo tiempo haya sido un genio político. De hecho los filósofos/políticos han sido censurados en un plazo no mayor de 20 años por atender y depender demasiado de la opinión pública y de su partido. También creo que un filósofo no tendría que meterse en política (al menos en la institucional) porque si es capaz de hacer algún bien será gracias a su teoría, no a su capacidad de oratoria o control de las masas.

"Ahora de lo que se trata es de transformarlo" es una opción política, desde luego muy loable, pero que en ningún momento puede ser de obligado cumplimiento para la comunidad filosófica (al igual que a un químico no se le pide que, al mismo tiempo que está estudiando la nitroglicerina, evite que su ejército la use para volar una base enemiga por los aires).

Se me dirá que hay muchas maneras de hacer política. Por supuesto. Y una de ellas es desde la filosofía. Pero hacer política desde la filosofía no es lo mismo que hacer activismo de dicha política. El filósofo no ha de ser apolítico, pero sí tratar de mantener alguna distancia con esas ideas, conceptos y sus consecuencias.


5 de enero de 2014

Crítica a la campaña #MiCasaAsalvo



Tesis:

Mi casa necesita estar a salvo de los cacos sin corbata e ilegales, procedentes de países de Europa del este donde costumbres ancestrales están llenando su cabeza de malos hábitos sociales (y de higiene). Vienen aquí, a nuestra querida España para llevarse lo que con tanta sangre, sudor y lágrimas nos ha costado conseguir, a saber, tres portátiles, una televisión, una videocámara y las joyas de mi abuela.

Alabo y apoyo la campaña gubernamental de #MiCasaASalvo porque ayuda a la gente a saber cuidar mejor de sus pertenencias y así evitar el robo en sus hogares que deberían ser infranqueables a extraños amigos de lo ajeno, de esos que saben partir bombines por la mitad y desconectar la alarma de Securitas Direct antes de que avise a la policía.

Antítesis:

No puedo expresar claramente el desagrado que me supone esta campaña que ha lanzado el excelente Ministerio de Interior. Me irrita la objetividad con la que se trata este tema, como si detrás de los robos no hubiese nada, como si dar el pez y no la caña hubiese servido para algo alguna vez en la historia. Intentamos evitar que nos roben la casa y eso es muy legítimo en cualquier otro momento de los tiempos pero no hoy, no precisamente hoy, con estas estadísticas de desahucios y de pobreza infantil y adulta, no con ejemplos de gente que se muere de hambre ni de africanos que intentan entrar en este supuesto paraíso y a los que les rebanan la piel cuchillas burocráticas. Me indigno al pensar que se dedica tiempo y dinero a elaborar estas campañas para proteger la propiedad privada y lo poco que se dedica a hacer planes económicos que permitan una reparación más equitativa de la riqueza. No estoy justificando el robo, seguid leyendo.

En la gradación de cosas importantes a las que dedicar dinero veo, por encima de esta campaña insultante, todo eso que os he citado (y más).

No puedo expresarme más claramente pero veo que hay algo populista en mi argumento, voy a intentar explicarme de manera más objetiva:

-Agenciarse la propiedad privada de otro es condenable legal y moralmente (para algunos). Yo estoy de acuerdo con esto.
-Hay maneras y maneras de hacerse con ella. Algunas son flagrantes y delictivas, como las que denuncian campañas como esta. Otras son perfectamente legales y orquestadas por empresarios bien vistos socialmente, banqueros protegidos por hordas de abogados y políticos con intereses muy alejados de la "polis". A la postre, demostrado está, estos nos roban más que aquellos, tanto en cantidad como en calidad.
-El gobierno ha de dedicar esfuerzos, a corto plazo, a lo que más crédito pueda dar a sus votantes y al resto de la sociedad. Dedicar esfuerzos, digo, a ese argumentario propio del neoliberalismo que ensalza a la figura individual y, por tanto, a sus pertenencias y derechos individuales. Esto lo está haciendo de maravilla.
-En ese sesgo informativo se dejan de lado las cuestiones importantes, se deja de lado la crítica radical y las campañas de concienciación real. Si hemos conseguido que las cifras de muertos en la carretera disminuyan es porque hemos aplicado todo tipo de medidas: disuasorias, chocantes, ejemplificantes, en forma de multa... además de mejorar las infraestructuras, los vehículos, etcétera. Pero, ante todo, estamos concienciados.
-Creo que es legítimo (y hasta gracioso) hacer aquí una analogía. Nosotros, las personas, somos esos coches accidentados. Necesitamos una infraestructura en buen estado (autopistas en el caso de los coches, hospitales y puestos de trabajo en nuestro caso). Necesitamos una concienciación porque por muy buena infraestructura de la que dispongamos, si no sabemos actuar al volante, podremos sufrir un accidente. También podemos crear tecnologías al estilo Volvo de protección activa y pasiva ante un accidente, protección tanto para nosotros como para el peatón y otros vehículos; así, podemos dar a la gente educación, buenos alimentos y medicinas cuando lo necesiten... un proyecto de vida para darle sentido, etc.

No basta con dedicar dinero a mejorar la infraestructura y hacer que los guardarrailes no corten por la mitad a los motoristas que han perdido el control, tampoco es suficiente con meter miedo con multas (de tráfico o por manifestaciones no autorizadas)... es preciso algo más, mucho más radical, para bajar las cifras de muertos en la carretera y de pobres en esta sociedad.

Eso tienen que discutir los políticos. No lo hacen porque es algo a largo plazo, cuyos frutos escaparán a su legislatura.

¿Solución? Hacernos nosotros, como colectivo, con el poder de decisión, denunciar, crear movimiento, atender los problemas al instante, esos problemas que la burocracia, lenta y ciega, es incapaz de comprender.

¿Cómo se hace esto?
Ya se está haciendo. Mirad y aprended.

Hay espacio para el optimismo.

Un saludo.

Fran Riveira

En Logroño, 5 de enero de 2014.

PD: Aprovecho para felicitar a la PAH (de un lado) y a la DGT (del otro). Y dedico este post a los (según la policía) albanokosovares que entraron a robar en mi casa hará ya 9 años en Nochevieja..

2 de enero de 2014

La máscara del crimen - Off Sound

La máscara del crimen (4:00):

“Que los neo colonialistas se escondan bajo el velo de la política”,
ese hecho no convierte a su robo en legítimo para
aquellos residentes que no soportan el genocidio hacia sus gentes
por parte de los usurpadores de aquello que tanto les ha costado.

(Estribillo)

Y se preguntan el porqué,
por qué no queremos ceder,
por qué es difícil engañarnos.

Pues mirar hacia otro lado es un crimen igual de execrable.
Que explica el reproche que con razón les hacen los radicales.
Los medios de masa, desinformación, bailan aguas al sistema.
Quieren ser objetivos y les vale con ser comprometidos.

(Estribillo)

Y se preguntan el porqué,
por qué no queremos ceder,
por qué es difícil engañarnos.

1 de enero de 2014

Diario de Soledad - Off Sound

Diario de Soledad (5:40)

Era un diario en que todo escribía.
Él reflejaba su mundo interior,
deseos, afanes, toda su vida vacía,
la imposible cura de aquel dolor.
Años pasaron pero no se equivocaba
al querer desatar esa pasión
que en viejos libros siempre admiraba.
Y así reunió su fuerza y el valor.

La quiere,
es libre,
¡no va a esperar!

(Estribillo)

Todo terminará, Venus del alba brilla profana.
Y seré libre ya, tabula rasa hacia la esperanza.
Todo terminará, aquel pasado por suerte olvidado.
Y se convertirá,cuando lo mires, en papel mojado.

Probada la miel de la libertad sabía
que tanto gozo no podía durar.
Cayendo en una espiral de melancolía
viviendo en ella muy a su pesar.
El canto jubiloso ya volvió a sonar,
borró el temor nacido de aquella fatiga
y enfrentándose de nuevo a sus miedos
rompió cadenas y otra vez voló.

Vuelve a ser libre, pretende respirar.
Adiós a la angustia del viaje infernal.

(Estribillo)

Todo terminará, Venus del alba brilla profana.
Y seré libre ya, tabula rasa hacia la esperanza.
Todo terminará, aquel pasado por suerte olvidado.
Y se convertirá,cuando lo mires, en papel mojado.
¡Soledad, ya perdida en el tiempo!


...

Esta es la primera canción escrita desde cero por mí. Se puede encontrar su interpretación en vivo y en directo en YouTube aunque no estoy especialmente orgulloso de mi actitud ni actuación en el escenario, no en vano, fue mi primer concierto.
Antes esta canción pertenecía al grupo Ocre Melisma pero ahora es material de Off Sound, grupo de hard rock, heavy metal, metalcore... y que formará parte de un disco que, con suerte, verá la luz a lo largo de este 2014.

Soy, y siento algo de orgullo al poder decirlo, su vocalista.

Un saludo.

En Logroño,

1 de enero de 2014.